Bien, pues puedo deciros que yo, un servidor, ha estado el fin de semana pasada como invitado excepcional en la grabación de una película de porno gay. ¿Acaso no es eso emocionante, original y divertido? Aunque tengo que confesar que todo ha sido por pura casualidad, ya que nunca imaginamos mi colega y yo que aquel grupo de la zona VIP de la discoteca tenía nada que ver con el cine porno. Y todo comenzó cuando mi amigo, que es muy observador y bastante aficionado a Youtube, me señaló emocionado que él conocía a uno de aquellos chicos:
Sí amigos, él sacó su móvil, y me enseñó este mismo vídeo, y entonces comprendimos que allí se cocía algo, pero ni de lejos lo que al final fue. Pensamos que estaban allí un poco de incognito, aunque era un poco sospechoso que fuera una reunión sólo de tios cachas, y que no hubiera ninguna mujer ocn ellos a pesar de verse que estaban de juerga. Supusimos que aquel tío era actor porno, y además gay, pero ¿y todos los demás que lo acompañaban, también eran homosexuales?
Yo estaba que no podía más con la curiosidad, ya no me interesaba ni beber ni bailar ni ligar, hasta que no hubiera descubierto aquel enigma. Por eso, cuando vi que salían de la discoteca, agarré a mi amigo y salimos en estampida detrás de ellos, para saber adónde se dirigían. Y terminamos en una gran nave en un polígono industrial, ahí ya empecé a cagarme un poco porque a mi imaginación vinieron un montón de ideas algo extravagantes pero que en aquel momento me parecieron muy reales. Pero aquel lugar estaba lleno de gente, la nave estaba bien iluminada, y el ambiente era de relajación y compañerismo, así que la curiosidad pudo más que el temor, y camuflándonos entre tanta gente que por allí pululaba, conseguimos entrar dentro.
La primera imagen que llegó a nuestras retinas fue la de unos latinos gays que estaban en pelota picada comiéndose la boca como dos desesperados. Pensamos en un principio que nos habíamos metido en una orgía privada de maricones, y que como nos descuidáramos íbamos a acabar con la polla de cualquier desconocido pegada a nuestras nalgas. Pero entonces mi amigo me señaló unos focos, unas cámaras y unos vestuarios, y respiramos aliviados, porque entonces supimos que estábamos ante el rodaje de una película, que por lo visto era porno, y encima de gays.
Bueno, reconozco que no era esa la manera en que me hubiera gustado acercarme al mundo del cine porno. Hubiera preferido estar rodeado de macizas en pelotas enseñando sus tetazas, y a poder seguir pidiendo, ser yo el protagonista de alguna escena con ellas. No soy gay, y tampoco muy aficionado a ese mundo; sí es cierto que he visitado un par de páginas webs de temática gay, e incluso alguna me ha hecho tilín por su buen hacer y su calidad de sus vídeos porno. Si quieres saber cuál es, haz click aquí.
En fin, que aunque no era lo que habíamos soñado precisamente, tanto mi amigo como yo decidimos quedarnos, ya que nadie parecía estar atentos a nosotros. Nos camuflamos entre unos tipos de atrezzo, y preguntando acabamos por enterarnos que en realidad no era una película gay al uso, sino que grababan unos videos amateur de esta temática, aunque había algunos profesionales del medio gay que se habían pasado por allí para ofrecer su experiencia y sus consejos a aquellos debutantes. Todo de muy buen rollito, y esperando encontrar una buena cantera de actores noveles que pronto podríamos ver en pantalla.
Así que ya sabéis, no se puede decir que pasamos una noche aburrida precisamente, sólo es cuestión de buscar diversiones, y seguro que las encontrareis.