El comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO decidió declarar a Ibiza como Patrimonio de la Humanidad, en base a criterios naturales y culturales.

Es en base a la cultura que declaran a Dalt Vila al tratarse de una fortificación que a día de hoy se encuentra intacta.

Las murallas de Dalt Vila se construyeron dentro del plan de modernización de las defensas costeras del Mediterráneo, para defenderla de conflictos bélicos con Francia y el imperio otomano.

El proceso de construcción se realizó en dos fases. La primera se inició en Enero de 1555 construyendo los primero baluartes, Sant Jordi y Sant Jaume. Luego se crearían los de Sant Pere, Sant Joan y Santa Tecla.

Es en el año 1575, cuadno se protege el barrio situado en el promotorio del Puig de Santa Llúcia. Para ello se tuvo que reorientar el baluarte de Sant Joan y construir el nuevo de Santa Llúcia, en la que se abrió la puerta principal del recinto.

La puerta principal está flanqueada por dos estatuas romanas, el escudo de la ciudad  y sobre el arco de la entrada una gran lápida con las armas de Felipe II, impulsor junto a Carlos I de la construcción de las murallas.