Cala o Port de Benirràs está a 7,5 kilómetros de Sant Miquel de Balansat, situada entre las puntas de Cova de s’Orenga y Blanca, así como bajo la mirada de Puig des Guixar (189 metros de altitud).

Esta profunda manga de mar virgen en forma de u finaliza al tocar tierra firme en un talud de dimensiones medianas, arena tostada, escasa pendiente, perfecta para niños y personas mayores, así como envuelto por acantilados coronados por un frondoso pinar. Sus aguas son transparentes.

Las condiciones marinas y subacuáticas son aptas para fondear embarcaciones en verano, puesto que el viento de componente este sopla con una intensidad baja. En cambio, este rincón costero se vuelve peligroso como caladero con corrientes eólicas del oeste-noreste. Este entrante de mar bello tiene un islote en la bocana, pudiéndose circunnavegar, mientras que en su interior se registra una profundidad de entre seis y 12 metros, sobre fondo de arena y algas.

Desde Cala Benirràs se puede realizar una excursión por el camino que une esta playa con el próximo Port de Sant Miquel y que pasa por Cova de Can Marçà, de gran belleza espeleológica y utilizada como refugio por los contrabandistas.

El acceso por carretera es sencillo siguiendo atentamente la señalización viaria y los desvíos. La última parte del recorrido se hará por una carretera asfaltada y con un desnivel pronunciado. El vehículo particular se podrá estacionar gratuitamente por los alrededores.

Las características descritas anteriormente explican la afluencia masiva de bañistas locales y turistas.